Funcionarios del Instituto Etíope Kaizen viajaron a la Argentina y visitaron el INTI por segunda vez en un año y medio, con una agenda de trabajo basada en tecnologías de gestión, sistemas de certificación de consultores y recorridas por empresas locales.
Al igual que en noviembre de 2016, un equipo de trabajo del Instituto Etíope Kaizen (EKI, por sus siglas en inglés), del gobierno de ese país, visitó la Argentina y estuvo en el INTI durante dos semanas de trabajo, que incluyeron recorridas por centros de investigación y desarrollo, jornadas en compañías locales, talleres de intercambio y también reuniones destinadas a abordar temas tan importantes para la política industrial como el análisis de los sistemas de certificación de consultoría a empresas.
La visita se dio en el marco de la política de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) para la promoción de la filosofía Kaizen en distintos lugares del mundo: así, a través de la consultora nipona JDS, dos grupos de trabajo del EKI conocieron la sede central del INTI —el Parque Tecnológico Miguelete (PTM)—, en 2016 y 2018, respectivamente. La propuesta de JDS se basó en el hecho de considerar a la Argentina como un país de desarrollo intermedio entre la realidad etíope y la de Japón, y, por lo tanto, mucho más cercano a las problemáticas que los directivos del EKI pueden encontrar en su propia economía e industrias.
La coordinación desde el INTI estuvo a cargo del Centro de Tecnologías de Gestión y de su director, Marcos Rodríguez, junto a la Gerencia de Cooperación Económica e Institucional, mientras que las clases fueron impartidas por profesionales de los centros de INTI-Mar del Plata, Santiago del Estero, Neuquén y Tecnologías de Gestión.
La agenda del grupo del EKI, compuesto por cinco personas, incluyó visitas a los centros de Mecánica y de Envases y Embalajes del Instituto, y además a las plantas industriales de las empresas Industrias Guidi, proveedora de autopartes de Toyota, y Rótulas Lena, que provee a distintas firmas automotrices. Ambas cuentan o contaron con asistencia del organismo tecnológico argentino.
Asimismo, hubo una visita de expertos del Japan Productivity Center —institución pública japonesa—, que llegaron al INTI para trabajar sobre el sistema de certificación de asesores en tecnologías de gestión en el marco del Proyecto Kaizen TANGO. Con ellos se generó una reunión tripartita y un taller referido a certificación, con el objetivo de homogeneizar prácticas y criterios, y de alcanzar el reconocimiento mutuo. Lo que también busca el INTI es contar con el aval de esa entidad.
Caso exitoso para la cooperación internacional
En la licitación que dos años atrás realizó JICA para recibir propuestas de apoyo y acompañamiento al EKI, JDS planteó un proyecto que incluía al INTI. Marcos Rodríguez explica que resultó un valor agregado y un diferencial mostrar la experiencia de un país emergente como caso de éxito de la propia cooperación japonesa.
“Desde Etiopía vienen a conocer nuestra metodología de trabajo: principalmente, a ver cómo funciona la red de tecnologías de gestión, cómo se implementa el sistema de certificación y cuál es el modelo de intervención del INTI en relación a la industria”, indicó el director de Tecnologías de Gestión.
Además, se refirió al contenido del intercambio que se generó durante dos semanas y dijo que se buscó “organizar una agenda a medida, adaptada a la experiencia del grupo etíope que vino en noviembre de 2016”.
Por su parte, Tomoko Inaba, de JDS, reflexionó sobre el proyecto de cooperación iniciado el año pasado: “El caso de la Argentina representa una realidad intermedia entre Etiopía y Japón, por eso nos resultó interesante la vinculación entre los países. Hay un estado de desarrollo industrial y económico en Japón que tal vez parece distante para que desde el EKI se tome como referencia. Creemos que ha sido una experiencia muy valiosa”.
Puntos fuertes y débiles
Las principales industrias en Etiopía son de los rubros textil, de cueros, metalmecánico, químico y de agroalimentos. Desde el EKI, dos de sus directivos coincidieron al señalar que principalmente se atienden las demandas del mercado interno pero que encuentran grandes dificultades para exportar, sobre todo debido a las exigencias externas en relación a la calidad en los procesos.
“Las micro y pequeñas empresas están aumentando, tienen gran parte del mercado. Muchas trabajan para el mercado local, y ahora el desafío es que puedan vender al mundo”, remarcó la directora general del departamento de Manufacturas del EKI, Seblewongel Harewegein Tsedal.
Sobre las herramientas adquiridas en la Argentina, agregó: “El año pasado comenzamos nuestro vínculo con el INTI, nos sirvió mucho esa primera experiencia. Sobre todo, en relación al sistema de certificación de consultores industriales, queremos adaptar el que ya tenemos en nuestro país y así contar con numerosos profesionales públicos y privados en todo el territorio”.
“En la era de la globalización, debemos trabajar en conjunto, más allá de las fronteras. Esto es una muestra del trabajo correcto, debemos generar lazos sustentables. Si nos aislamos, no le servirá a ningún país”, concluyó.
A su vez, el directivo del área de Material Didáctico de Enseñanza y Capacitación, Solomon Kidanekal Asrat, destacó “la amplitud del INTI”, y amplió: “Cuenta con muchos sectores y departamentos técnicos, así abarca transversalmente a toda la industria. Me sorprendió para bien”. También mostró su asombro tras las visitas a Industrias Guidi y Rótulas Lena: “En Etiopía, a las pymes les cuesta agregar valor y exportar. En distintos rubros debemos apuntar a generar productos elaborados, industrializarnos cada vez más y también mejorar los resultados de nuestra balanza comercial”.
Agustín Vázquez