PROYECTO KAIZEN TANGO
A partir de la cooperación bilateral, especialistas del INTI, del Ministerio de Producción y de instituciones como la UIA, la CAME, la UBA, la Universidad Nacional de General Sarmiento, ADIMRA, la AFAC y SAMECO estuvieron dos semanas en el país asiático, modelo en materia productiva e impulsor de la filosofía KAIZEN para la mejora continua. Durante cinco años y con una inversión de seis millones de dólares, expertos japoneses y del INTI trabajarán en conjunto y asistirán a más de 100 empresas argentinas.
En el Marco del Proyecto KAIZEN Tango-Red de Asistencia Técnica para Oportunidades Globales, y en línea con la cooperación bilateral de la argentina con el Japón, se programó un viaje a ese país con el fin de conocer en detalle su modelo de desarrollo del movimiento productivo, con un grupo de instituciones que incluyeron al Ministerio de Producción de la Nación, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), la Unión Industrial Argentina (UIA), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), la Asociación Argentina de Componentes (AFAC), la Sociedad Argentina Pro Mejoramiento Continuo (SAMECO), la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad Nacional General Sarmiento (UNGS).
KAIZEN es una palabra japonesa que se traduce como “mejora continua”. Más que una metodología o herramienta para aumentar la competitividad de las empresas es una filosofía de trabajo. Su principio rector es que una serie de acciones pequeñas pero continuas producirán mejoras más efectivas y viables que un solo cambio grande.
Para aumentar la productividad, la calidad y las condiciones laborales en la industria, el KAIZEN debe trabajarse día a día involucrando a todos los que participan de las empresas en sus diferentes niveles de intervención, desde la gerencia hasta los operarios.
Esta iniciativa prevé una inversión de seis millones de dólares y tiene una duración de cinco años. Durante este período, expertos del Japón y del INTI trabajarán en conjunto a fin de asistir a más de 100 empresas de todo el territorio nacional.
Con el viaje se buscó conocer mejor acerca de los factores que favorecieron el desarrollo del entramado productivo del Japón después de la segunda Guerra Mundial, como así también a las organizaciones que participaron de ese despegue industrial, en una de las principales potencias económicas del mundo. El proyecto KAIZEN Tango es una iniciativa conjunta entre el Ministerio de Producción, el INTI, la Cancillería Argentina y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) para fortalecer a la industria nacional a través de la asistencia técnica a pymes.
A su vez, se aspira por medio de esta misión al exterior fortalecer la red de relaciones interinstitucionales, a fin de definir las estrategias y líneas de acción que deberá llevar adelante la Argentina para alcanzar el proceso productivo que desea.
Así, por intermedio de diversas acciones del Proyecto, se crea una Red de Asistencia Técnica en KAIZEN para Oportunidades Globales, cuyo principal objetivo es respaldar a las pymes nacionales y colaborar con su proceso de internacionalización. Es decir, que además de mejorar sus competencias internas, se abran a nuevos mercados, se posicionen a nivel mundial con la posibilidad de exportar y se relacionen con empresas de distintos países.
En ese contexto, el INTI es el órgano ejecutor e introduce en las pymes nacionales la filosofía KAIZEN, fuertemente arraigada en la industria japonesa. De este modo, se constituye en el organismo público de referencia en materia de transferencia de tecnologías de gestión al sector productivo, no solo a nivel nacional sino también en países de América Latina, el Caribe y África.
Subsecretario de Compre Argentino y Desarrollo de Proveedores, Sergio Drucaroff:
“Las tecnologías blandas de gestión, como las que contempla la filosofía KAIZEN, son una gran herramienta para que las pymes argentinas puedan fortalecer sus procesos y mejorar su inserción internacional. Este proyecto, KAIZEN Tango, que está llevando adelante el INTI, es una gran oportunidad para la mejora de la competitividad de la industria argentina”.
Director del Centro INTI-Tecnologías de Gestión, Marcos Rodríguez:
La importancia estratégica de este viaje radica en que Japón no solo se destaca por la calidad institucional de apoyo a las pymes sino también y, sobre todo, por la articulación entre todos los actores pertinentes.
Por eso hemos decidido hacer este viaje con las instituciones más relevantes para el desarrollo industrial de nuestro país. Diseñamos el grupo balanceando academia, industria y Estado de manera que podamos ver y entender cada problema desde puntos de vista complementarios y pensar juntos soluciones integrales, asignado a cada uno el rol que mejor y más eficientemente desarrolla.
A su vez, en Japón pudimos visitar más de una decena de instituciones que de una u otra manera dan apoyo a la industria, a través de capacitación, asistencia técnica, ensayos o financiamiento. A partir de la puesta en común de diferentes perspectivas pudimos consolidar las estrategias que podríamos adaptar a nuestro país. Fueron dos semanas de mucho trabajo, en las que se desarrollaron más de 10 iniciativas que llevaremos adelante en el corto plazo pero que esperamos tengan continuidad por los próximos 10 años.
Director de la carrera de Ingeniería Industrial de la UBA, Aníbal Cofone:
La mejora continua, la filosofía KAIZEN y las metodologías japonesas no son temas nuevos, en los ´80 empezaron a verse en occidente. Muchos países lo aprovecharon, pero en la Argentina el anclaje fue menor, sobre todo por la baja posibilidad de aplicaciones en plazos más largos, imprescindibles para el modo de trabajar oriental. Hay un gran mérito del INTI y de JICA en impulsar su aplicación y en generar este trabajo interinstitucional.
Para lograr tener éxito en el mundo pyme, debemos adaptar estas herramientas japonesas a nuestra realidad, que las asimilen las áreas de gobierno, las universidades, las asociaciones empresarias y gremiales. Uno de los principales objetivos es ayudar a trabajar a las pymes nacionales con productividad favoreciendo su competitividad global en escenarios, como el nuestro, mucho más cambiantes y explosivos, menos estables, en relación a otros países y a otras épocas.
Un desafío que se presenta es integrar estos conocimientos y esta cultura en el mundo académico. Esa integración está avanzada en carreras como Ingeniería Industrial y Administración. Es necesario sumar ahora, por ejemplo, a carreras de Recursos Humanos, ya que buena parte de lo que hace falta es un comportamiento diferente de los actores, en ámbitos tanto gremiales empresarios como en sindicatos.
Agustín Vázquez