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2018-11-13

A un año del inicio del Kaizen Tango

Se cumplió el primero de los cinco años del proyecto conjunto con la cooperación japonesa e instituciones industriales y académicas: en el INTI, se realizó un seminario a modo de balance y algunas empresas contaron su experiencia de mejora. Ahora se busca consolidar el espacio Red Argentina para la Mejora Continua.

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Algunos especialistas japoneses también expusieron durante el seminario de cierre.

Representantes de empresas, cámaras, universidades y de la cooperación internacional japonesa participaron este martes, en el auditorio del Parque Tecnológico Miguelete (PTM), del seminario de cierre Experiencias Kaizen Tango 2018, el proyecto coordinado entre el INTI y el país asiático para asistir durante cinco años a 100 pymes argentinas, a fin de mejorar sus procesos productivos y colaborar con su desarrollo. La iniciativa comenzó en 2017 y en total implicará una inversión de seis millones de dólares.

Además de la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA, de acuerdo a las siglas en inglés) y el INTI, de Kaizen Tango participan el ministerio de Producción de la Nación, la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), la Sociedad Argentina Pro Mejoramiento Continuo (SAMECO), las universidades nacionales de Buenos Aires y General Sarmiento (UBA y UNGS, respectivamente).

El balance del primer año arroja como resultado la asistencia a 21 empresas en planta, de cinco regiones del país y siete sectores productivos, con 30 asesores del INTI y nueve japoneses, estos últimos especializados no solo en Kaizen, sino también en certificación, finanzas y cadena de valor. A la vez, se llevaron adelante numerosas acciones de capacitaciones y sensibilización, tanto en el país como en la región.

Al comienzo del encuentro, habló el director del Centro INTI-Tecnologías de Gestión y coordinador de Kaizen Tango, Marcos Rodríguez, quien destacó que el Instituto viene trabajando con esta metodología desde 2004 y que “con Japón hay una relación de pares, de aprendizaje mutuo”. A su vez, explicó que el objetivo del proyecto es poder contribuir con “políticas públicas de apoyo a las pymes”. Recientemente, Rodríguez y representantes del INTI y de todas las instituciones mencionadas viajaron a Japón para conocer mejor el modelo de desarrollo que se toma como referencia. Al respecto, el director del Centro de Tecnologías de Gestión remarcó la sinergia “entre el Estado, la industria y la academia”.

Más allá de los cinco años y las 100 empresas
A su vez, una de las metas que surgieron a partir de la confluencia entre el INTI e instituciones del ámbito privado y las universidades es la creación de la Red Argentina para la Mejora Continua, cuyo lema es “promoviendo la productividad y el desarrollo industrial”. Al respecto, Rodríguez explicó que “la idea es multiplicar el alcance y llegar a mucho más que 100 pymes, que en la Argentina quede instalado este espacio de articulación una vez que el proyecto termine”.

Kaizen Tango contempla la elección de aproximadamente 20 empresas por año durante los cinco en que se desarrolla la iniciativa. Cada una de ellas recibe un diagnóstico de su situación, sus problemáticas, y una propuesta de mejora a fin de mejorar sus procesos, volverlos más eficientes y aumentar la productividad. En 2017, hubo firmas de las provincias de Neuquén, San Juan, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. A futuro, se pondrá el foco en ciudades como Mar del Plata, Tandil y la provincia de Mendoza.

Los sectores a los que se asistió son los de equipamiento médico, automotriz, petróleo y gas, agroalimentos, vitivinícola; indumentaria, textil y calzado; línea blanca y metalmecánico.

En la misma línea, otro avance es la generación de la Central de Monitoreo Pyme, integrada por universidades públicas y privadas, a fin de analizar mejor el ecosistema industrial argentino, identificar actores en la cadena productiva y de abastecimiento, y así poder elegir, para el diagnóstico y asistencia, a las empresas de mayor impacto en su entorno.

Durante la jornada de cierre de Kaizen Tango 2018, directivos de dos empresas, Apholos y Bremet, contaron, como casos de éxito, sus experiencias en el marco del proyecto. Ambas son firmas familiares. La primera es una metalmecánica muy vinculada al rubro textil que cumplirá 100 años en 2019. Cada mes, termina alrededor de 10 millones de productos y emplea a 240 personas, aproximadamente.

Además, Apholos exporta el 25 por ciento de su producción a 16 países, y en ocho de ellos tiene presencia comercial. Cuenta con dos grandes unidades de negocios: por un lado, accesorios de moda, y, por otro, productos diversos para distintos sectores, como el vitivinícola, de espumantes y bebidas espirituosas; también para competencias deportivas (medallas), y a la vez para los rubros automotriz y de electrodomésticos de línea blanca.

Según explicó el gerente de Mejora Continua y Gestión de la Calidad de Apholos, Adrián Carrizo, luego de casi un año de trabajo junto al consultor Franco Strano, de INTI-Tecnologías de Gestión, y a expertos japoneses, la empresa mejoró los tiempos de sus procesos y de entrega a sus clientes; incrementó la seguridad en planta y redujo accidentes —presentaba alrededor de 30 cada año—; aumentó la disponibilidad tanto de personal como de maquinaria; bajó el número de productos con deficiencias o fallas; y, consecuentemente, bajaron los reclamos de clientes. Asimismo, los tableros de cada sector fueron registrando mejoras en los distintos indicadores: calidad, eficiencia, orden y limpieza, disponibilidad de equipamiento, entre otros.

Bremet, por su parte, existe desde 1994 y se encuentra radicada en un predio de 10 mil metros cuadrados en el Parque Industrial de Tigre, donde 3800 son de la planta industrial. La empresa realiza inyección a presión de aluminio. Antes, el 90 por ciento de los productos iba destinado al sector automotriz; actualmente, solo el 25 se dirige a ese rubro, mientras que otro 25 atiende la demanda del sector de iluminación; un 20 por ciento a motopartes; un 12 al rubro de línea blanca; un 10 al de GNC; y el ocho por ciento restante se distribuye a clientes muy diversos y variados, de áreas como repuestos, piezas de ferretería, patas de sillones, traba peldaños para escaleras, entre otros.

El gerente general de Bremet, Martín Rodríguez Riou, y el consultor del INTI Martín Romanelli contaron la experiencia, con la que la compañía logró incorporar la metodología 5S, para el orden y la limpieza en el ámbito productivo y mejorar los estándares de seguridad. A la vez, el INTI contribuyó con un análisis de variabilidad de eficiencia y se logró reducir el rechazo interno en torno a cuatro productos para la empresa Toyota.

A lo largo del seminario, hubo otras exposiciones: el jefe del equipo de Finanzas del proyecto, Toru Sera, de Japón, brindó una ponencia denominada “Impacto del Kaizen en las finanzas de las pymes”; mientras que el jefe del equipo de expertos japoneses dedicados al proyecto, Yojiro Fujiwara, habló de la metodología de intervención y del cronograma durante 2019.

Por su parte, el experto Hajime Sasaki, dio su testimonio sobre la experiencia Kaizen, y el cierre del encuentro estuvo a cargo de la coordinadora técnica del proyecto, Ayelén Richard, de INTI-Tecnologías de Gestión.

Agustín Vázquez
Comunicación
avazquez@inti.gob.ar
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