Se trata de una propuesta llevada adelante por profesionales del INTA y el INTI, que plantea y propone combinaciones de variedades de quesos y mieles basadas en las características sensoriales particulares de cada alimento.
En el marco de la Semana de la Miel, que comenzó el 15 de mayo en la ciudad de Rosario, expertos de ambas instituciones presentaron el proyecto, haciendo eje en las características sensoriales de los quesos y mieles. Las disertaciones se realizaron ante un público diverso mediante un lenguaje simple, no técnico, para una mejor comprensión y recepción de los presentes. Durante la presentación, se recomendaron diferentes combinaciones, pero también hubo espacio para las preferencias particulares.
Las propuestas fueron las siguientes:
Queso Cremoso: de sabor suave a crema, algo salado, textura semisólida apelando al maridaje por contraste queda muy bien con la miel de isla, que posee características intensas de sabor, olor y color. De textura fluida sin cristales, untuosa, color ámbar, con aroma frutal, vegetal con notas cálidas.
Queso Azul: de pasta quebradiza, algo cremosa y picante; de salado intenso, su interior es de color blanco y verde. Responde al mismo criterio de contraste, siendo el azul picante, salado e intenso combina muy bien con la miel de pradera, que es fluida, de color ámbar muy claro, con cristales perceptibles y de aroma florar-frutal, con una nota vegetal a hierbas, de dulzor intenso, pero de sabores equilibrados.
Queso Pategrás: de características algo picantes y dulces, puede tener o no ojos redondos y brillantes en el interior de la masa, combina muy bien con la miel de monte de características intermedias en cuanto a sabores y olores. De textura fluida, color ámbar claro, con cristales imperceptibles en la boca, aroma frutal a fruta madura y nota vegetal a madera.
Ivana Nieto
