CORREDOR DE SIERRAS CHICAS
El INTI asistirá técnicamente a nueve municipios de Córdoba, que producen 250 toneladas de basura por día. El objetivo es emprender un plan de gestión integral de residuos sólidos urbanos que resuelva la problemática ambiental y sanitaria.
La gestión de residuos es uno de los temas pendientes a resolver para los 10 municipios que conforman la denominada región de Sierras Chicas, localidades que actualmente trasladan sus residuos al relleno sanitario de la ciudad de Córdoba o los depositan en basurales a cielo abierto.
“El corredor genera 100 toneladas/día de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), que se incrementan un 30% durante el verano por la actividad turística; 100 toneladas/día de residuos verdes (poda) y 50 toneladas/día de residuos de criaderos de pollos. Todo eso compone 250 toneladas diarias de basura a las que debemos encontrarle un destino”, explica Eugenio Pettigiani, integrante del Centro INTI-Córdoba, quien coordinará el proyecto en la provincia.
Frente a este panorama, los municipios conformaron recientemente la Mesa Coordinadora Intermunicipal para la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (MCI-GIRSU) con el objetivo de avanzar en un proyecto regional propio que mitigue los efectos de la disposición de los residuos sólidos urbanos. La Mesa recurrió al INTI -organismo que posee la capacidad técnica y experiencia en la temática- para elaborar un plan estratégico en la gestión integral de RSU y evaluar diferentes alternativas de valorización.
“Como primer paso vamos a realizar un diagnóstico de la situación actual y así saber cuánta basura se genera, cómo está compuesta, la fluctuación estacional y cómo es la gestión actual; con esa información podremos elaborar un Plan Estratégico para gestionar los RSU de toda la región, donde tendremos en cuenta la posibilidad de valorizar la mayor cantidad de residuos en origen, por ejemplo a través de compostaje domiciliario o de tratamiento de poda; y luego ver qué alternativas proponer para aquellos que no puedan recuperarse”, señala Pettigiani.
La valorización tiene varios aspectos: darle valor en origen (compostaje domiciliario) e incorporar tecnología en pos de transformar la basura en un insumo para la industria (reciclado), en ambos casos se le estaría dando a la basura un valor en sí mismo. Otra alternativa es transformar los residuos orgánicos -que no pueden reutilizarse- en energía eléctrica a través de una combustión ambientalmente controlada, se trata de un proceso que cuenta con mucha experiencia en el mundo, y en el caso de Argentina, ya existe un proyecto en la provincia de San Juan.
“A través de la valoración podemos transformar la basura en un insumo para materia prima, para el jardín, o bien, en energía eléctrica. Todo eso es mucho mejor q enterrarla y, en caso de enterrarla, debe ser sanitariamente, no en un basural a cielo abierto”, asegura Raúl Poliak, responsable del programa Desarrollo de la Tecnología para Residuos de la Gerencia de Calidad y Ambiente del INTI. “Se trata de un proyecto de mediano y largo plazo, por eso el primer objetivo es desarrollar un plan para el consorcio, aceptado por la comunidad, con continuidad en el tiempo. Con la información que podamos aportar a partir del diagnóstico, los municipios podrán buscar financiamiento para llevarlo adelante. Existen muchas soluciones desde la tecnología, pero hay que ver cuál se adapta a la cultura y a la situación local”, finaliza el experto.
El Instituto realizará esta asistencia través de la Unidad Técnica de Química y Ambiente del Centro INTI-Córdoba y de su Programa de Desarrollo de Tecnologías para Residuos Sólidos Urbanos. Además, participarán especialistas de los centros INTI de Mendoza y Tucumán.
Se trata de una experiencia piloto que tendrá como caso testigo al corredor cordobés de Sierras Chicas, pero dada las características del modelo de trabajo puede replicarse en cualquier otra región de país que presente problemáticas similares en el tratamiento de sus residuos.
