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2021-08-24

INTI FEDERAL: ENTREVISTA A HERNÁN ZOFF

“Buscamos potenciar el trabajo articulado en la región, y desde allí con todo el INTI"

Hernán Zoff impulsó durante más de diez años la Unidad Técnica Extensión y Territorio en Rosario, un equipo multidisciplinario que, desde un abordaje amplio, aportó soluciones al sector industrial mediante el desarrollo de herramientas propias, adaptadas a cada problemática y la sustitución de importaciones. Tras haber sido reincorporado, asumió en mayo pasado la Subgerencia de la Región Centro con el desafío de consolidar nuestra presencia federal y volver a poner al INTI de pie.

Hernán Zoff
Hernán Zoff es Contador Público de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), especialista en Costos y Gestión Empresarial, y coordinador académico de dicha especialización en la UNR. A través de una beca del gobierno de Italia hizo una especialización en Gerenciamiento de Agencias de Desarrollo

Hernán ingresó a la sede del INTI en Rosario en 2003 como becario en lo que era la Unidad de Apoyo a la Generación de Empleo sustentable que luego devino en el Programa de Extensión.  En 2007, luego de un impasse de dos años fuera del INTI como director provincial en el gobierno de Santa Fe, regresó como coordinador Operativo de la Región Centro dentro del Programa de Extensión, desde donde luego formó la Unidad Técnica Extensión y Territorio que promovía un extensionismo orientado a las PyMEs y su vinculación con las grandes empresas. Desde mayo de este año, tras ser reincorporado al INTI, asumió la Subgerencia de la Región Centro.

¿Cómo era el trabajo de extensionismo orientado a la industria que impulsabas como coordinador de la UT Extensión y Territorio?

El extensionismo debe tener matices diferentes en función de las características socioculturales e industriales del territorio. No es lo mismo una extensión en el sur del país, que en Salta o en Rosario, donde hacíamos extensión industrial. Formamos la Unidad Técnica Extensión y Territorio con un equipo multidisciplinario de 12 personas, cuyo objetivo era abordar la problemática empresarial con una mirada amplia y aguda desde los distintos puntos de vista que aportaba el grupo al diagnóstico y la solución. Eso nos permitió encarar de un modo más eficiente los problemas que veíamos en la industria y generar herramientas propias adaptadas a cada caso, siempre articulando con otras áreas del instituto. Formamos, por ejemplo, un programa de desarrollo de proveedores durante tres años para un importante grupo siderúrgico. En ese proceso, en conjunto con otras áreas de INTI, asistimos en el desarrollo nacional de un producto que hasta ese entonces se importaba y que hoy se fabrica en la Argentina. 

Armamos esa Unidad Técnica con la idea de que el desarrollo y la generación de empleo sustentable en nuestro territorio, que es el cordón del Gran Rosario y sur de Santa Fe, pasaba por poner en marcha la cantidad de PyMEs que se podían asociar a las grandes empresas de la región, que reúnen importantes cadenas productivas como la línea blanca, las carroceras de los colectivos, el sector puertos y aceiteras, la industria metalmecánica, autopartes, equipos para alimentos y maquinaria agrícola. Por eso digo que hay que ver las características de cada región a la hora de planificar la intervención. Nuestro objetivo siempre fue asistir a esas empresas y a los gobiernos locales para, de ese modo, generar empleo genuino y sustentable. 

¿Con qué expectativas asumiste la Subgerencia de la Región Centro tras haber sido reincorporado?  

Al igual que muchxs otrxs compañerxs que fueron injustamente despedidxs, me reincorporé al INTI en marzo de 2020 por una decisión política y estratégica invalorable de este gobierno y de esta conducción. Ya no existía más la UT que coordinaba, así que reingresé como adscripto a la Subgerencia Regional Centro. Luego asumí la dirección técnica del Centro del Litoral hasta mayo de este año, cuando me ofrecieron hacerme cargo de la Subgerencia Operativa de la Región Centro.

Las expectativas están puestas fundamentalmente en potenciar el trabajo articulado en la región, y desde allí hacia con todo el INTI. Durante muchos años, cada centro trabajó de modo independiente, con mucha falta de vinculación. Cuando asumo como director del Centro litoral, no teníamos subgerente en la región entonces propongo generar reuniones semanales e interactuar de manera más fluida para encarar los problemas de forma conjunta. A mi entender eso nos elevó el nivel de trabajo y de respuesta en la región, por lo que cuando me tocó coordinar la Subgerencia, propuse que sigamos trabajando en ese camino.

La región Centro es muy rica y compleja desde el punto de vista del entramado productivo. El cambio que estamos dando es abordar los problemas de las industrias articuladamente. Cuando tenemos que encarar un tema, sea alimentos, medio ambiente, metalmecánica, maquinaria agrícola, u otros, ya no se lo piensa desde cada centro, sino que lo encaramos como región, con todos sus recursos; y desde allí articulamos con el resto del INTI. Hoy hay muchos trabajos técnicos que se comparten desde los centros y equipos técnicos a nivel regional, a los que incluso se han incorporado equipos de otras regionales, como Mar del Plata, Buenos Aires o PTM. Ese tipo de trabajo articulado que se está dando es muy interesante. 

¿Por qué creés que anteriormente no se lograba un trabajo articulado entre las regiones?

Es la primera vez que estamos trabajando así porque estamos articulando desde la conducción de los centros. El problema que había era, en principio, que el Programa de Extensión era único y centralizado para todo el país desde el PTM. Y si bien había extensionistas en los centros, éstxs nunca habían terminado de asimilar al extensionismo como un capital o herramienta propia. Lo que está sucediendo ahora es que los equipos técnicos trabajan en conjunto y lxs directorxs se ponen de acuerdo para que eso suceda. Y a nivel nacional hay un gran esfuerzo desde la actual conducción de potenciar estas vinculaciones, eso es notorio y palpable. 

¿Cuáles considerás que son los mayores desafíos que tiene el INTI en la actualidad para consolidar su presencia federal?  

En este proceso de articulación y de consolidar nuestra presencia federal, creo que el gran desafío es vincular a los más de 5 mil servicios industriales que tiene el INTI con las necesidades de cada región y, a su vez, aggiornarlos a las nuevas necesidades de las empresas como industria 4.0, ciclo de vida de los productos y economía verde, entre otras. 

Las autoridades han comprendido muy bien que debemos ir hacia un INTI federal y han tomado medidas interesantes al respecto, como incorporar estas nuevas visiones de hacia dónde va la industria hoy; o los Consejos Regionales y Sectorial, que han generado un vínculo más directo con la industria, donde hubo una retroalimentación de los planes de trabajo y de lo que podemos brindar a partir de las necesidades planteadas. 

También hay una vinculación muy importante hacia adentro que se da por el trato directo que hoy existe entre las regiones y la máxima conducción. Actualmente, todas las subgerencias regionales mantenemos reuniones periódicas con las tres direcciones, la Gerencia de Relaciones Institucionales y Comunicación y el presidente. Eso nos permite relacionarnos sin mediaciones ni dilaciones y a ellxs tener el pulso local, y estar en conocimiento inmediato de las acciones y las necesidades de cada región. 

La vinculación con las universidades que estamos teniendo, que nunca había visto que se dé de esta manera dentro del INTI, es otra manera de ampliar nuestra presencia federal. En Rosario, firmamos con la UNR un convenio de becas cofinanciadas, por las que van a entrar diez becarixs. Lo mismo con la Universidad Nacional de Rafaela. En Córdoba y Entre Ríos también se pretende gestionar convenios en este sentido. 

¿Cuáles son las líneas estratégicas y planes de trabajo que están impulsando desde la Subgerencia actualmente?

Se está trabajando mucho en temas de ambiente. Entre Ríos tiene mucha experiencia en esa temática juntamente con Córdoba. Lo mismo sucede entre Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe respecto a alimentos, que abordan esta problemática de manera conjunta. 

De los Consejos Asesores Regionales, en base a lo planteado por los ministerios de producción de las tres provincias y las cámaras empresariales, surgieron como planes de trabajo maquinaria agrícola y transporte; equipamiento para la industria alimenticia; desarrollo de alimentos diferenciados, con énfasis en la producción orgánica; y movilidad sustentable. 

En lo que es fabricación de equipamiento para la industria alimenticia, liderado por Rafaela, junto a Córdoba y Mar del Plata, se está trabajando en una guía de buenas prácticas para la producción de equipos y en un programa para la formación de soldadura higiénica, que se relaciona con el cumplimiento de normativas que se exige para ingresar a otros mercados. 

En maquinaria agrícola, desde Córdoba y Rosario, estamos trabajando mediante talleres de sensibilización en la normalización de conexiones hidráulicas, simulación numérica de toma de datos a campo, análisis de dosificación de siembra, sensorización de maquinaria agrícola y algoritmos de control. Estos son trabajos con un gran impacto porque, por ejemplo, la simulación numérica y evaluación de prototipos ayuda a ajustar el diseño del producto previo a su fabricación en serie y evita la prueba y error una vez que el mismo se comercializa, en un rubro donde los tiempos del campo, de la siembra y la cosecha, son centrales y se pueden ver afectados cuando un equipo se rompe. 

En alimentos diferenciados logramos reunir a todxs lxs productorxs orgánicos de la región y trabajar sobre tres ejes: proceso productivo, control de la materia prima y el cumplimiento de normas de certificación. Esta necesidad surgió en todas las mesas regionales así que se está proyectando una reunión a nivel nacional para pensar un marco normativo para el sector y la promoción de productos orgánicos. Acá se dio una articulación interesante que comenzó como una problemática regional, y que luego se fue ampliando a un abordaje a nivel país.

¿Cómo viviste el proceso de reincorporación al INTI tras haber sido despedido?

El proceso de despidos en el INTI fue algo muy duro para todxs. Para lxs que fuimos despedidxs, pero también para muchxs de lxs compañerxs que se quedaron, que sufrieron diariamente presión y hostigamiento, teniendo que convivir en un clima de miedo generado por la conducción de ese momento, donde a varixs se les decía directamente que eran lxs próximxs en la lista. Eso llevó a que muchxs optaran por los retiros voluntarios. Ambos procesos provocaron que el INTI perdiera gran parte de su capital que son sus trabajadorxs. 

Creo que echar a algunas personas también fue un mensaje disciplinador para mostrar que podían echar a cualquiera. Fue muy difícil porque no solo nos echaron, sino que además nos difamaron en los medios diciendo que no trabajábamos. En lo personal me afectó porque venía impulsando una UT totalmente inserta en el sistema productivo local, con muchas horas de dedicación semanal en la conformación y coordinación de un equipo de trabajo que era muy importante para el Centro, en trabajos y facturación.

Recuerdo a mi hijo, que hoy tiene trece años, decirme en aquel momento: ´Papá, en la tele están diciendo que te echaron por vago´, y a mí se me calló el alma. La difamación fue tal que en mi caso intentaron que no consiguiera otro trabajo por fuera, ya que presionaban con la posibilidad de no trabajar con el INTI si me contrataban. Yo no tenía un plan B. Jamás pensé que podían echarme, pero por suerte pude reinsertarme durante ese tiempo asistiendo a empresas o instituciones con las que venía trabajando desde el INTI que, al enterarse de que no podían seguir trabajando conmigo a causa de mi despido, decidieron contratarme para que los asista en análisis de costos y gestión. También fui secretario de Gobierno y secretario de Producción y Empleo en la Municipalidad de Cañada de Gómez. 

Para lxs que pensamos al INTI como algo más que un trabajo fue muy difícil ver cómo destruían las cosas por las cuales habíamos trabajado tantos años. Nuestra UT, que coordiné hasta febrero de 2018 cuando me desvincularon del INTI, fue la primera que desarmaron. Era un área muy interesante, y creo que la mirada con la que trabajábamos tuvo en parte que ver con mi despido. 

¿En qué sentido creés que eso tuvo que ver?

Hubo un intercambio de ideas con el presidente del INTI en ese momento cuando nos vino a visitar a Rosario. Me acuerdo como si fuera hoy. Trazó una pirámide en el pizarrón de nuestra sala de capacitación y dijo que el problema de la Argentina era que la matriz industrial era una pirámide con muchas PyMEs y muy pocas grandes empresas, y que ellos venían a dar vuelta esa pirámide. Yo le dije que me parecía un error, que las PyMEs eran las que daban trabajo, que el desarrollo en los países industrializados se daba a través de las PyMEs, que éstas sin dudas articulan con las grandes empresas pero que siempre había una apuesta al desarrollo de las pequeñas y medianas empresas. Tuvimos un intercambio ideológico acerca del desarrollo. Cuando me despidieron me lo dijeron directamente, que era por motivos ideológicos, que mi legajo era impecable.  

¿Cómo ves que se está transitando la recuperación del instituto?

Hay un acompañamiento importante. Se nota que se están tratando de revertir años de desinversión, con un mayor apoyo en los proyectos y en equipamiento, tanto en el interior como en el PTM; pero sobre todo en recomponer el máximo capital que tiene el INTI que son sus recursos humanos, que, en parte, pudo saldarse con las reincorporaciones, además de observase un compromiso por reforzar áreas claves.

El proceso de reincorporación fue sin dudas una reivindicación para muchxs compañerxs que volvimos a un INTI distinto, con heridas que había que curar y ponerlo de pie. Y en eso estamos trabajando todos los días los que queremos un INTI mejor.

Fecha de publicación 23/08/2021

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