Desde el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio y en función de las capacidades tecnológicas de las sedes del INTI, se está desarrollando un abanico amplio de actividades en todo el país, con la colaboración y compromiso de sus trabajadoras y trabajadores. En esta ocasión, compartimos una nota de Ulises Adam de la sede de Trelew, responsable de articulación y gestión del proyecto de confección de Elementos de Protección Personal para los médicos y enfermeros de hospitales.
El trabajo realizado en la sede de Trelew se pudo realizar gracias a la capacidad técnica del Instituto. La idea surge a partir del pedido de detectar cuáles eran las actividades que podíamos hacer desde el INTI, para ayudar al plan de contingencia de esta pandemia. En un principio teníamos cero información de todo: qué era la pandemia, qué podía llegar a pasar, qué no, qué período de tiempo, de qué estábamos hablando.
En esos días la información no era abundante, de hecho, teníamos más preocupaciones que información, incluso desde el hospital, que nos preguntaba si nosotros podíamos confeccionar barbijos, con el afán de tener todo en tiempo récord.
En base al pedido de nuestra Gerencia Regional de identificar líneas de trabajo, y con las necesidades de los Hospitales zonales, identificamos acciones de contingencia para esta pandemia. Era el momento de poder implementar algo que venimos haciendo desde el Centro INTI-Trelew, pero el desafío sería hacerlo en una escala muchísimo mayor a la habitual: el corte industrial de tela y distribución de los mismos para abastecer a las pymes locales que confeccionarían los EPP.
Sin embargo, para poder lograrlo debíamos saltear muchos impedimentos que hacía que no pudiera darse solo, es decir, quién iba a pagar las telas, qué talleres lo iban a confeccionar y qué cuestiones técnicas había que tener en cuenta para que los EPP producidos cumplan con las reglamentaciones vigentes. Es así que estuvimos casi dos semanas trabajando fuertemente en la gestión del proyecto. Recordemos que al comienzo de la cuarentena si uno quería comprar los insumos, no había en stock EPP (Elementos de Protección Personal), las empresas proveedoras no aseguraban fecha de entrega, ni precios, todo eso hizo que sea mucho más relevante poder involucrarnos y a trabajar en esos temas.
Es importante destacar la predisposición de muchas personas, tanto del INTI como de otras instituciones y organizaciones, aportando muchas horas para la concreción de este plan de producción. Así como también del Hospital Zonal de Trelew, quien destino rápidamente fondos (a través de la Cooperadora con dinero donado de la población local) a la compra de telas y pago a los talleres. En concordancia con la situación también se valora el rol de los proveedores locales entregando parte de telas para comenzar rápidamente la producción, mientras se realizaban los expedientes y Órdenes de Compra por parte del Ministerio de Salud de Provincia del Chubut. Esto permitió una rápida respuesta para que el Hospital y otras dependencias pudieran tener lo antes posible las prendas de elementos de protección personal.
Con respecto al intercambio interno del INTI, antes del aislamiento estábamos en plena etapa de comenzar a trabajar fuertemente el plan elaborado desde hace 4 meses y de repente todo eso “no servía más”, dado que la mayoría de las líneas de trabajo contemplaban asistencias técnicas y/o capacitaciones presenciales. Así es que decidimos darle prioridad a este proyecto que tenía un impacto en lo inmediato con el principal objetivo de abastecimiento de EPP, y como objetivo secundario (no menos importante), generar trabajo en los talleres textiles de la zona.
El equipo que armamos dependía de muchas cuestiones, desde quién podía por la cercanía venir al Centro a colaborar con el corte industrial de tela, entrega de los pedidos, entre otras tareas. Fuimos 5 los agentes involucrados y esto se mantuvo desde el principio, incluso realizando tareas remotas pero de manera constante.
Las claves nuestras fueron la parte técnica Textil, por un lado el personal calificado con experiencia y por otro lado las instalaciones del Centro. Esto fue acompañado por la gestión integral del proyecto en la cual participe activamente. Chequear tiempo de respuesta de los pedidos, qué tela hay que cortar y cuándo, realizar el control de los productos terminados, quién retira pedidos, preparar remitos, que las cuentas den, que la distribución del dinero le llegue a los talleres, coordinar la entrega en los hospitales. Todas estas gestiones llevan mucho tiempo e implementamos mejoras que con el transcurrir de los días hicieron acortar los plazos.
El sentimiento, hoy, es de felicidad y sobre todo de satisfacción por haber hecho cumplir otros objetivos además de colaborar en el abastecimiento a los hospitales de Elementos de Protección Personal. La semana pasada una señora tallerista nos agradeció que por dos meses tuvo trabajo continuado. Más de 70 familias tuvieron durante estos meses trabajo todos los días! Por eso el impacto del proyecto no termina en la producción y entrega de los EPP a los Hospitales. Son las cosas que te impulsan a continuar en momentos de crisis, y con el equipo entendimos eso desde un principio, quizás, en otra instancia, no se hubieran dado muchas cosas, que hoy por cuestiones personales, por convicción, fueron el motor para iniciar el proyecto.
Seguramente van a quedar cosas positivas, que hemos ganado: conocimos nuevos talleres, hay nuevos usuarios que quieren trabajar con el INTI, hay mucha gente de la sociedad en general que se ha enterado de qué es el INTI y que no sabían a qué nos dedicamos. Ahora es momento de pensar cuales son los próximos pasos a seguir para capitalizar lo logrado hasta el momento en el sector textil, y seguir realizando aportes a la sociedad y la industria local. Entendemos que hay mucho por hacer aún, y desde INTI Trelew tenemos las herramientas y ganas de trabajar en ello.
