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2021-02-06

HISTORIAS MÍNIMAS

Regreso a casa

Muchas son las historias de animales que circulan en el INTI. Puntualmente en el PTM se escuchó hablar de perros, gatos y hasta de una pantera negra que merodeaba por el edificio de Construcciones. Pero más allá de los mitos y relatos (y de los ataques de los teros camino al comedor), muchos son los animales abandonados y adoptados en el Parque. Esta es la historia de Peque, una de las mascotas de Control de Acceso.

Composición de fotos de Peque
Peque acompaña al personal del Departamento de Protección y Control de Acceso, mientras ellos cumplen sus tareas de lunes a lunes como trabajadores esenciales

Desde hace años trabajadorxs se organizan para ayudarlos, alimentarlos, esterilizarlos y encontrarles un hogar nuevo, pero los esfuerzos de los mascoteros no siempre alcanzan o los sacrificios son enormes porque, en definitiva, cuando se siente empatía por los animalitos se busca el mayor bienestar pese a todos los obstáculos.

Peque, una de las mascotas del Departamento de Protección y Control de Acceso, es uno de los tantos perros adoptados por los trabajadorxs y hoy en día vive en la sede central del INTI. No sólo es una perrita a la que le gusta comer galletitas, es un animal de compañía, que pasa largas horas del día acompañando al personal, mientras ellxs cumplen sus tareas de lunes a lunes como trabajadorxs esenciales.

“La Colorada, como le llamamos, es parte de una familia de perritos integrada por el Negrito y el Rubio. Ellos fueron abandonados hace años por una persona que vivía en el barrio militar lindero al INTI. Al irse el dueño, los tres quedaron a la deriva y como les dábamos de comer comenzaron a quedarse en el Parque”, comenta Martín Fulco, trabajador del Departamento de Protección y Control de Acceso.

"La Colorada tiene un hijo con el Negrito, el Rubio. Los tres siempre están juntos dando vueltas por el Parque y los alrededores, pero un día, para sorpresa de sus adoptantes, ella desapareció. Pasaron algunos días antes de tener novedades. Cuando finalmente la ubicaron, estaba a 8 kilómetros del INTI, herida y atacada”.

“Cuatro días más tarde la fui a buscar y la perra no caminaba. Pensamos que la había atropellado un auto pero las lesiones tenían que ver con el ataque de los perros. Luego de hacerle una resonancia, el médico veterinario nos indicó que tenía una piometra, una infección en el útero, y que podía ser fatal de no operarla”.

La Colorada fue intervenida gracias a la colaboración de un médico, veterinario que solo le cobró los insumos, y de los trabajadorxs y autoridades del INTI que colaboraron con los costos de la cirugía. Luego de la operación, ella volvió a su hogar, sana y salva, y se reencontró con su familia (la perruna y la humana). Hoy en día se los encuentra a los tres, muy bien alimentados, en el edificio 36. 

Colaboraron en la recuperación de la Colorada: Eugenia Rodriguez Barneix, Ernesto Realini, Marcelo Marzocchini y todos los compañeros del Departamento de Protección y Control de Acceso.  

Valeria Montenegro
INTI Comunicación
cominterna@inti.gob.ar
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