EN FOCO
En un hito para el desarrollo estratégico de la Argentina como es la construcción del CAREM 25, primer reactor nuclear de potencia íntegramente diseñado y construido en el país, el INTI es el primer organismo público en recibir la adjudicación para operar el Laboratorio de Obra Civil y aportar su experiencia en la construcción de todo el complejo del reactor. La directora del proyecto, Alejandra Benítez, y su administradora y gerenta de Servicios Industriales, Inés Dolmann, nos cuentan cómo llevan adelante un trabajo inédito para el instituto que involucra el aporte transversal y el compromiso de muchas áreas técnicas, administrativas y de apoyo.
“Después de entregar la carpeta de 600 hojas con todos los requerimientos para presentarnos a la licitación pública que realizó Nucleoeléctrica Argentina (NASA) - sociedad anónima cuyo capital social accionario se encuentra distribuido entre el Ministerio de Economía de la Nación, la Comisión Nacional de Energía Atómica e Integración Energética Argentina-, a cargo de la construcción del CAREM 25, la sensación de responsabilidad fue enorme”, cuenta Inés Dolmann desde el aula de reuniones de Construcciones al referirse a la adjudicación que recibió el instituto para operar el Laboratorio de Obra Civil desde donde se realiza el control de calidad de los materiales, diseño de hormigones y sus evaluaciones para la construcción del complejo donde se emplaza, en la ciudad de Lima, provincia de Buenos Aires, el primer reactor nuclear modular íntegramente diseñado y construido en la Argentina.
“No dudábamos de nuestra capacidad técnica para llevar adelante el trabajo, dada nuestra experticia en obras públicas de gran envergadura. Los referentes técnicos de NASA y CNEA conocían la trayectoria del INTI, y Alejandra, que fue docente de varios de los hoy responsables de la obra en la Universidad de Buenos Aires, pudo transmitir estos conocimientos cuando eran sus alumnos. Además, el experto internacional en hormigones contratado por la CNEA, Ing. Guillermo Di Pace, quien fuera nuestro primer jefe como Coordinador del área de Hormigones y luego director Nacional, confió en nuestro equipo al delegarnos el ajuste de los hormigones, destacando que su formación en tecnología del hormigón la había obtenido en los laboratorios del instituto y por lo tanto confiaba plenamente en nuestra formación y capacidad”, resalta Inés.
Más allá de la sobrada experiencia técnica del instituto, ambas señalan que el trabajo era un desafío, pero que desde la conducción facilitaron todas las herramientas para llevar adelante el proyecto. En ese sentido, Inés advierte que inicialmente sintieron inquietud en torno a la cantidad de aspectos administrativos que requería un trabajo de estas características en un predio de máxima seguridad como es el del complejo del reactor y en el marco de una licitación pública.
Al respecto, Alejandra Benítez, directora del Laboratorio de Obra Civil (LOC) del CAREM 25 y de Tecnología del Hormigón y Aglomerantes de Construcciones en PTM, señala que “Inés como administradora del proyecto, hizo una gran labor en la gestión inicial, ya que para participar de la licitación pública había que presentar documentación, facilitar las interfaces con los gerentes para que tuviéramos todo el apoyo financiero, administrativo y de dotación de personal”.
La gerenta de Servicios Industriales y subgerenta de Construcciones e Infraestructura comenta que la licitación estaba pensada para el sector privado, y se requería documentación extraordinaria que la Gerencia de Finanzas gestionó rápidamente para su presentación. Y destaca que posteriormente a la adjudicación se aceleró la gestión de compras, insumos y contrataciones acordes a los tiempos requeridos por la CNEA.
Luego de firmar el contrato el 16 de junio, se empezó a trabajar contrarreloj para cumplimentar los requisitos de higiene y seguridad, exámenes médicos y capacitaciones específicos necesarios para lograr la autorización de ingreso al predio para que en agosto estuviera todo el personal del laboratorio trabajando. “No nos olvidemos que esto ocurrió en plena pandemia, todo hubo que hacerlo presencial”, enfatiza Inés.
Para poner en funcionamiento el laboratorio, dos profesionales de INTI que se desempeñan actualmente como jefe de laboratorio y laboratorista tuvieron que instalarse en Lima, y se contrataron dos técnicos que residen en la zona.
“Tuvimos que presentar los análisis de los riesgos de cada tarea que se iba a realizar en las inmediaciones del reactor, realizar las capacitaciones a todo el grupo de trabajo que requerían NASA y CNEA y armar el plan de seguridad del laboratorio, que realizó en tiempo récord la responsable del área de Higiene y Seguridad del INTI”, relata Alejandra.
“Rescato el gran trabajo en equipo de todas las áreas involucradas, desde las técnicas, hasta Finanzas, Recursos Humanos, Higiene y Seguridad, el Servicio Médico, y subgerencias de la Gerencia de Servicios Industriales trabajando bajo esta idea de ser un solo INTI”, subraya Inés.
“Se suma ahora el desafío muy interesante de manejar dos laboratorios simultáneamente, el de PTM, para brindar servicios en general, y el LOC, específico para una obra de envergadura estratégica para el país, en el cual existen muchos controles, ya sea ambientales, técnicos, de higiene y seguridad y de seguridad nuclear”, apunta Alejandra.
La directora del proyecto comenta que para el adecuado avance de la obra, realizaron la calibración y puesta a punto de los equipos e implementación del sistema de calidad ISO 17025 del LOC, lugar donde se desempeña el grupo de trabajo que, con la coordinación de Adrián Ruiz de Construcciones, lleva a cabo los ensayos de materiales como hormigones y sus componentes, aceros y grout.
El contrato del proyecto, que tiene una duración de 30 meses con posibilidad de prórroga en función del avance de la obra, consta de tres partes: calibraciones y verificaciones, ensayos externos – evaluación de materiales que se realizan en el laboratorio de tecnología del hormigón en PTM- y la operación del laboratorio de Obra Civil. Mes a mes, el INTI debe certificar el servicio que brinda con los ítems cumplimentados.
Cumplidos los requisitos formales, de seguridad y con el laboratorio funcionando, desde Construcciones tuvieron que ajustar las diferentes dosificaciones de los hormigones que pasaron por un proceso de aprobación de CNEA para comenzar el hormigonado de la estructura con las mezclas aprobadas y todos los controles de calidad necesarios.
“Las pruebas de las mezclas de hormigones que lleva la obra se hacen en el laboratorio, luego de hacer los ajustes necesarios, se escala en la planta elaboradora que está en el predio junto al laboratorio”, cuenta Alejandra, quien agrega que incorporaron nuevas técnicas constructivas y sistemas de aplicación específicos de la industria nuclear, de acuerdo a los estándares internacionales para este tipo de obras, pero con tecnologías y materiales locales.
La experta en hormigones comenta que el edificio del reactor posee una estructura compleja compuesta por armaduras sismo-resistentes y dosificaciones de hormigones con prestaciones especiales. “El reactor va cubierto por una camisa metálica y a su vez se encuentra separado de la estructura con un grout o mortero que aísla el calor que genera el reactor del hormigón”, explica.
Alejandra señala que para algunos ensayos críticos e inéditos en el país tuvieron que hacer desarrollo propio de equipo. Por ejemplo, para ensayar los morteros de la obra que, una vez colocados, deben resistir 200 °C. “Otro problema fue la uniformidad de las características físicas y mecánicas del material bajo condiciones especiales. No hay experiencia en el país en este tema: el proveedor del grout no tiene pruebas hechas a 200°C. Como los ensayos son nuevos, tuvimos que desarrollarlo en el PTM y fueron auditados por CNEA”, cuenta.
En un proyecto plagado de retos, tanto Inés como Alejandra rescatan con orgullo el entusiasmo y la respuesta de todxs lxs intianxs que, directa o indirectamente, aportaron, desde cada lugar, su conocimiento y experiencia en diversos temas. “El compromiso de todas las áreas involucradas para asumir este desafío demuestra que somos un solo INTI”, concluyen.
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TABAJO TRANSVERSAL: INTIANXS DETRÁS DEL PROYECTO CAREM 25
Inés Dolmann: administradora del proyecto. Gerencias de Finanzas y Legales: Rubén Bello, por colaborar con toda la documentación a presentar a la licitación y facilitarnos un escribano matriculado. |
Arriba de izq. a der.: Adrián Ruiz, Ruben Geneyro, Alejandra Benítez, Inés Dolmann y Marcelo Marzocchini. Abajo:Raúl Medina, Juan Ignacio Egozcue, Ariel Pereyera y Facundo Martínez.