OPINIÓN
La presidenta del instituto, Sandra Mayol, y el vicepresidente, Jorge Schneebeli, realizan un balance a más de nueve meses de haber iniciado una gestión que promueve la participación como estrategia de fortalecimiento. Dar más visibilidad al potencial y recursos del INTI; multiplicar los espacios de vinculación con el entramado productivo, el sector público, académico, y científico-tecnológico; mejorar las condiciones de trabajo, agilizar procedimientos; y seguir promoviendo espacios de inducción y reconocimiento son las principales metas para este año.
Cuando me convocaron a trabajar al frente del organismo junto a Jorge, una de las primeras metas que nos fijamos fue dar más visibilidad al enorme trabajo que se realiza en el INTI. Con ese impulso iniciamos una gestión que integramos a la par de profesionales de carrera con un profundo conocimiento de la institución, de su potencial, desafíos y asignaturas pendientes.
En el marco de una compleja coyuntura en la que desde algunos sectores se intenta poner en discusión la relevancia del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, esa premisa cobra un nuevo sentido. Que se reconozca la capacidad de las y los trabajadores de la CyT es condición necesaria para un modelo de desarrollo nacional, basado en la producción y el trabajo. Las recientes inauguraciones de nuestra planta IFAs destinada al desarrollo de insumos estratégicos para la producción nacional de medicamentos y del laboratorio móvil para dar impulso a la movilidad eléctrica en Argentina, al igual que la presentación de la Estrategia Nacional para el Desarrollo de la Economía del Hidrógeno son claros ejemplos de la centralidad que tiene el INTI para avanzar en esa dirección.
Durante los primeros meses en los que recorrí las diferentes sedes del instituto, me asombró la capacidad y vocación de sus profesionales, técnicas y técnicos, su interés por ver en qué más pueden aportar, y la diversidad de temáticas en las que intervienen desde sus diferentes especialidades. Eso me lleva a hablar con orgullo del INTI en cada espacio de vinculación.
Al ir conociendo los lugares de trabajo, también me ha tocado conmoverme con intianas e intianos que nos contaban lo vivido en épocas pasadas, cuyos efectos aún persisten. Partimos entonces del deseo de lograr que quienes somos parte de esta comunidad, viniéramos contentos al INTI, y para eso había que generar mejores condiciones.
Una de las primeras medidas que me acercó un trabajador y que acordamos con Jorge fue recuperar el logo distintivo e histórico del INTI. Una acción que a simple vista parece cosmética pero que tiene un enorme arraigo en la cultura institucional.
A su vez, consideramos central continuar con el proceso de estabilidad laboral iniciado con la incorporación a la planta permanente de trabajadoras y trabajadores con muchos años en la institución, un hito que se alcanzó en la administración anterior. La asignación de las vacantes pendientes, el pase de la modalidad contractual de monotributo a LCT, y la ampliación de las becas, tanto las otorgadas por el INTI como las que surgen en articulación con las universidades, son otras medidas que estamos promoviendo en el corto plazo.
En relación a las condiciones de trabajo, también impulsamos otras iniciativas que son necesarias para nuestra comunidad. Buscamos seguir fortaleciendo espacios como el Jardín, que es un orgullo para la familia del INTI, por ejemplo, a través de convenios con organismos públicos como CNEA y Segemar, que permiten complementarnos como parte del Estado. En ese sentido, destinamos las vacantes disponibles en INTI para las y los hijos de quienes trabajan en esas instituciones vecinas, las cuales aportaron recursos destinados a obras en nuestro establecimiento. Por otro lado, nos proponemos integrar a toda la comunidad del PTM al Jardín, a través de actividades compartidas como son las fiestas patrias.
Otros espacios de encuentro que son muy significativos para la comunidad intiana, y que pudimos recuperar después de siete años, son las entregas de medallas a la trayectoria de nuestras trabajadoras y trabajadores, que estamos realizando en todas las sedes del INTI. De igual manera, nos parece fundamental homenajear a quienes dejaron huellas en nuestra institución a través de la denominación de edificios y otros espacios.
Convencidos de que es la mejor manera de fortalecernos, nos propusimos funcionar cotidianamente como una gestión abierta, tanto en lo interno como hacia afuera. Queremos que al INTI se lo conozca más en todo lo que tiene para dar y aprovechamos cada espacio de gestión para visibilizar nuestras capacidades. Estoy apasionada en esa tarea y me siento muy acompañada con todo el equipo que conformamos con Jorge.
Mi principal misión en el INTI es articular todas nuestras herramientas y capacidades con el entramado productivo y el sector público, dando lugar a cada especialista en los espacios de decisión. De ese modo, es como creo que debemos trabajar para potenciar nuestro alcance.
Me ha sucedido que funcionarios al frente de organismos con los que podemos colaborar y complementarnos me comentaron que no habían tenido espacios de vinculación con el instituto. Lo mismo para el caso de los municipios y otras dependencias.
Esa tendencia se está revirtiendo. Hoy en día, no sólo tenemos una estrecha relación con la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo, sino que desde distintos organismos nos convocan para integrar las mesas donde se tratan decisiones y reglamentaciones en temas estratégicos para la Argentina, como en los casos de salud, hidrógeno, movilidad eléctrica o cannabis. Es fundamental que la voz técnica del INTI intervenga desde las instancias iniciales en los procesos de legislación para aportar toda la experiencia de nuestros profesionales. De esta manera, se incorporan aspectos que muchas veces no se tienen en cuenta y que generan instancias de revisión que demoran la implementación de políticas.
Son muchas las experiencias donde nos felicitan por nuestra intervención. Para dar sólo un ejemplo, en una de las primeras reuniones a las que me invitaron como representante del INTI, solicité que participe Héctor Laiz, ya que era un tema relativo a los tiempos en las calibraciones de alcoholímetros en el marco de la Ley de Alcohol Cero. En la Gerencia de Metrología y Calidad, que él preside, habían elaborado hacía más de un año un documento que describía el mecanismo de cómo debía ser la calibración. Su participación permitió resolver esa logística, y al día siguiente me llamaron para felicitarnos por nuestro trabajo.
En el mismo sentido, cuando recorremos las diferentes sedes del INTI y las empresas con las que venimos trabajando, los industriales nos agradecen. Aprovechamos esos espacios para mostrar nuestro aporte hacia el salto de calidad que necesita cada sector; y en las visitas, sumamos reuniones con otras empresas e instituciones, ya que se produce un efecto multiplicador. Esta visibilidad también la hemos puesto de relieve con la difusión de los casos de éxito semanales, en la voz de los industriales.
Por otro lado, desde el inicio de nuestra gestión promovimos una dinámica abierta para fortalecernos internamente. La participación de profesionales de carrera en los puestos de decisión, con gran conocimiento del INTI, potencia nuestros proyectos, líneas de trabajo, y permite simplificar procesos hacia una mejora continua. Hemos establecido reuniones mensuales o quincenales, con un gabinete ampliado, donde participan gerentes y directores, junto al Consejo Directivo. En ese ámbito, por ejemplo, armamos un equipo con Finanzas para agilizar los procedimientos de compras de equipamiento, con las áreas técnicas, que comparten su experiencia y aportan en la definición de prioridades.
Son muchas las mejoras que estamos impulsando y grandes los desafíos en el camino del fortalecimiento. Tenemos un enorme potencial y siento orgullo de presidir esta institución donde día a día trabajamos incansablemente para ver cómo, desde cada laboratorio o espacio de trabajo, seguimos promoviendo el desarrollo de la industria nacional, que es nuestra bandera. Agradezco y felicito a cada intiana e intiano por su vocación y compromiso en esa noble tarea.
Sandra Mayol
Presidenta del INTI
A más de nueve meses de haber iniciado una gestión de trabajadoras y trabajadores de carrera, con el apoyo y acompañamiento político de Sandra, y de todo el ministerio, hemos dado grandes avances en el recorrido hacia el INTI que queremos construir. En ese camino, también tenemos desafíos por delante y aspectos en los que fortalecernos.
En momentos de crisis institucional como el que nos tocó vivir años atrás, una de las debilidades que se hizo sentir fue que no se conocía lo suficiente la diversidad y relevancia de aportes que hacemos desde el INTI al conjunto de la sociedad, más allá de ciertos ámbitos donde se valora mucho nuestra capacidad y experiencia.
Dar mayor visibilidad a nuestras múltiples líneas de acción fue una de las primeras metas planteadas. Resulta central que se conozca aún más nuestro rol protagónico para promover el desarrollo industrial; la trazabilidad en el comercio y la protección al consumidor, como referentes metrológicos; y el fortalecimiento técnico del Estado en aspectos fundamentales como la salud o la seguridad pública.
Estamos trabajando para seguir construyendo de manera conjunta y permanente esa visibilidad, tanto desde las estrategias de difusión como en los modos de vinculación con el sector productivo, las instituciones públicas, los organismos científico-tecnológicos, y también el ámbito educativo, donde queremos tener más presencia.
Existen muchas experiencias donde vemos el impacto que tiene la relación construida a lo largo de los años entre las áreas técnicas del INTI y el entramado productivo, que hoy son hitos para el desarrollo industrial y la soberanía tecnológica. Nuestra contribución al desempeño de una empresa que trabajó en la construcción del gasoducto, recientemente inaugurado, es el resultado de casi 40 años de trabajo conjunto en la temática de ensayos no destructivos.
Debemos aprovechar ese tipo de vínculos consolidados en los ámbitos técnicos de cada especialidad para ampliar las instancias de transferencia en otros temas. Disponemos de una gran cantidad de herramientas que el sector privado puede utilizar masivamente. Para potenciar su alcance tenemos que seguir trabajando más estrechamente con las cámaras industriales y pensar a la vinculación como un eje estratégico de gestión.
Paralelamente, para continuar fortaleciendo al INTI, tenemos que seguir promoviendo nuestra visibilidad hacia adentro, para que intianas e intianos entendamos cuál es la importancia de nuestro trabajo y cómo impacta en los distintos ámbitos donde intervenimos. En ese sentido, son muy importantes las jornadas de inducción que retomamos en el INTI para nuevas y nuevos ingresantes. También son necesarias las actividades que permiten a quienes tenemos años en la institución conocer el trabajo que hacen los demás y promover la interacción entre compañeras y compañeros de diferentes áreas.
Haber retomado espacios emblemáticos de vinculación como son las TecnoINTI es fundamental para potenciarnos en esa dirección. Este año se han realizado otras experiencias interesantes de inducción como las visitas al Laboratorio de Robótica Industrial, donde han participado personas de áreas administrativas, como Finanzas, que tuvieron la posibilidad de manejar los equipos. Otra experiencia fructífera de vinculación fueron las Tecno Mecánica y Logística. Son actividades que debemos replicar, ya que esa sinergia nos fortalece.
Fomentar la inducción permanente es promover la idea de que somos parte de un mismo espacio con objetivos comunes, a los que aportamos desde cada área con saberes específicos, que deben ser valorados, también en las instancias de decisión.
Incorporamos esa premisa a la gestión diaria de nuestros procesos, donde impulsamos la participación de todas las áreas involucradas, tanto las técnicas como las administrativas. Muchas veces mal llamadas áreas de apoyo, resultan centrales para que los proyectos y líneas de trabajo funcionen.
Por ejemplo, recientemente cedimos equipamiento para el control de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, a través de un convenio del Centro Regional Basilea; y en el acto donde realizamos la entrega participaron todos los integrantes del sector de compras de la Gerencia de Administración y Finanzas, quienes intervinieron tempranamente en el proceso de adquisición de los equipos, lo que agilizó los tiempos de esa gestión. Esa experiencia fue muy enriquecedora ya que les permitió ver el impacto de su trabajo hacia afuera de la institución.
La agilización de los procesos es un tema en el que estamos trabajando fuertemente. En los últimos años, se obtuvo financiamiento que, por distintas circunstancias, no se terminó de ejecutar en tiempo y forma. Esta situación genera un doble problema, primero hacia adentro, porque cuando se presenta un proyecto y va a una evaluación, debe competir con propuestas de otros organismos. No es posible fallar en estas cuestiones ya que tenemos la obligación de resolver cuestiones de infraestructura para un mejor desenvolvimiento de los centros y sus líneas de trabajo.
Una vez logrado el financiamiento, luego se debe ejecutar, y si no se hace en los tiempos previstos se produce un daño hacia dentro y fuera de la institución. Es un tema de mucha importancia que estamos asumiendo responsablemente para subsanar lo no realizado en gestiones anteriores y agilizar con criterio los procesos administrativos en curso.
Resolver esta complejidad tiene que ver con cuestiones de involucramiento de los equipos tempranamente en los proyectos, y es fundamental que quienes los lideran tengan profundo conocimiento de esos temas. Nuestra intención es implementar y sostener una mirada sistémica para integrar las áreas y sus saberes.
Estamos trabajando para unificar criterios y establecer metodologías únicas en diferentes temas, como las modalidades de contratación o la designación de cargos. Un gran avance fue haber destrabado el desarrollo de la carrera laboral de quienes accedían a cargos jerárquicos con muchos años en la institución, dado que hasta hace poco tiempo debían retroceder en su categoría escalafonaria. En el mismo sentido, hemos establecido que no se podrán superponer cargos con funciones específicas.
También pretendemos fortalecer una mayor organización interna y para ello promovimos el acceso a datos del instituto que le sirven de insumo a los centros y gerencias para organizar una gestión más ordenada de sus capacidades. Un ejemplo de ello es la apertura de la información que maneja la Unidad de Control de Gestión, que permite a los diferentes sectores analizar los datos de su desempeño e implementar sistemas que fortalezcan los ámbitos de coordinación interna. La difusión mensual de las novedades de gestión de todas las áreas es otro valioso insumo para el INTI que incorporamos este año.
Por otro lado, consideramos importante para nuestra vida institucional haber retomado las tradicionales entregas de medallas a la trayectoria de intianas e intianos, que no se realizaban desde 2016; y por primera vez haber realizado la actividad en las sedes regionales para que las y los homenajeados tengan la posibilidad de invitar a sus familias.
Reconocer la trayectoria de nuestras trabajadoras y trabajadores también es reconocer la importancia del INTI para la sociedad. Un ejemplo reciente de esto fue el homenaje que realizamos a Andrés Dmitruk, primer director del Centro de Electrónica e Informática, quien contribuyó a la investigación y el desarrollo de la electrónica y la microelectrónica nacional, legando saberes que aún siguen vigentes. Ahora el edificio 42, donde desarrolló gran parte de su carrera en INTI, lleva su nombre. Próximamente, el consultorio médico del INTI será denominado “Horacio Baldassare”.
Buscamos dejar fortalecidas las bases para seguir construyendo un organismo que está activo gracias a su gente. Tenemos que trabajar aún más con los centros y nos debemos una discusión sobre nuestra estructura organizacional. Hace menos de un año que estamos en la gestión, pero las líneas de trabajo se han potenciado. Hemos dado avances al dar mayor impulso a programas que estaban inactivos por falta de apoyo institucional como ApiTEC y Restaurar. El INTI tiene mayor presencia en todas las provincias. INTI Rafaela acaba de cumplir 40 años y la sede de Córdoba próximamente cumplirá 60. Son centros que tienen una relación consolidada con el sector productivo regional. Para ampliar nuestra presencia federal hay que seguir afianzando la relación con los organismos locales y ser ingeniosos en los mecanismos de vinculación. Insistimos mucho en implementar y transferir procesos de innovación, pero eso se complementa creativa y articuladamente con los procesos de vinculación.
El INTI tomó gran protagonismo y se federalizó a partir de los años 2003 y 2004; se abrieron nuevas sedes y se buscó interactuar con el sistema productivo en las regiones para promover mayor articulación público-privada. Hoy estamos en un nuevo inicio, apresurado por las circunstancias, y hay mucho por hacer para que el instituto sea más conocido en todo su potencial.
Tenemos una fortaleza: contamos en los espacios de decisión con gente que entiende y conoce las líneas de trabajo, que participa y conoce la complejidad del instituto, lo cual simplifica la gestión. El objetivo es avanzar en el fortalecimiento, tomar decisiones a instancias más bajas, afianzar el funcionamiento y autonomía de los centros y mejorar las condiciones de trabajo para todas las trabajadoras y trabajadores del instituto, a quienes les agradezco por el apoyo, el afecto y el acompañamiento.
Jorge Schneebeli
Vicepresidente del INTI
Comunicación Interna
